Job 22:1
Elifaz acusa a Job de gran maldad
Respondió Elifaz temanita, y dijo:
Respondió Elifaz temanita, y dijo:
¿Traerá el hombre provecho a Dios? Al contrario, para sí mismo es provechoso el hombre sabio.
¿Tiene su contentamiento el Omnipotente en que tú seas justificado, O provecho de que tú hagas perfectos tus caminos?
¿Acaso te castiga, O viene a juicio contigo, a causa de tu piedad?
Por cierto tu malicia es grande, Y tus maldades no tienen fin.
Porque sacaste prenda a tus hermanos sin causa, E hiciste desnudar las ropas de los desnudos.
No diste de beber agua al cansado, Y detuviste el pan al hambriento.
Pero el hombre pudiente tuvo la tierra, Y habitó en ella el distinguido.
Las viudas enviaste vacías, Y los brazos de los huérfanos fueron quebrados.
Por tanto hay lazos alrededor de ti, Y te turba espanto repentino;
O tinieblas, para que no veas, Y abundancia de agua te cubre.
¿No está Dios en la altura de los cielos? Mira lo encumbrado de las estrellas, cuán elevadas están.
¿Y dirás tú: Qué sabe Dios? ¿Cómo juzgará por medio de la oscuridad?
Las nubes son su escondedero, y no ve; Y por el circuito del cielo se pasea.
¿Quieres tú guardar la senda antigua, Que pisaron los hombres perversos?
Los cuales fueron cortados antes de tiempo, Cuyo fundamento fue como un río derramado:
Que decían a Dios: Apártate de nosotros. ¿Y qué les había hecho el Omnipotente?
Les había colmado de bienes sus casas. Pero sea el consejo de ellos lejos de mí.
Verán los justos y se gozarán; Y el inocente los escarnecerá, diciendo:
Fué cortada nuestra sustancia, Habiendo consumido el fuego el resto de ellos.
Vuelve ahora en amistad con él, y tendrás paz; Y por ello te vendrá bien.
Toma ahora la ley de su boca, Y pon sus palabras en tu corazón.
Si te tornares al Omnipotente, serás edificado; Alejarás de tu tienda la aflicción;
Y tendrás más oro que tierra, Y como piedras de arroyos oro de Ophir;
Y el Todopoderoso será tu defensa, Y tendrás plata a montones.
Porque entonces te deleitarás en el Omnipotente, Y alzarás a Dios tu rostro.
Orarás a él, y él te oirá; Y tú pagarás tus votos.
Determinarás asimismo una cosa, y te será firme, Y sobre tus caminos resplandecerá luz.
Cuando fueren abatidos, dirás tú: Enaltecimiento habrá; Y Dios salvará al humilde de ojos.
El libertará al inocente, Y por la limpieza de tus manos éste será librado.