Job 7:1
Job argumenta contra Dios
Ciertamente tiempo limitado tiene el hombre sobre la tierra, Y sus días son como los días del jornalero.
Ciertamente tiempo limitado tiene el hombre sobre la tierra, Y sus días son como los días del jornalero.
Como el siervo anhela la sombra, Y como el jornalero espera el reposo de su trabajo:
Así he recibido meses de calamidad, Y noches de trabajo me dieron por cuenta.
Cuando estoy acostado, digo: ¿Cuándo me levantaré? Mas la noche es larga, y estoy lleno de inquietudes hasta el alba.
Mi carne está vestida de gusanos, y de costras de polvo; Mi piel hendida y abominable.
Y mis días fueron más ligeros que la lanzadera del tejedor, Y fenecieron sin esperanza.
Acuérdate que mi vida es un soplo, Y que mis ojos no volverán a ver el bien.
Los ojos de los que me ven, no me verán más; Fijarás en mí tus ojos, y dejaré de ser.
Como la nube se desvanece y se va, Así el que desciende al Seol no subirá;
No tornará más a su casa, Ni su lugar le conocerá más.
Por tanto, no refrenaré mi boca; Hablaré en la angustia de mi espíritu, Y me quejaré con la amargura de mi alma.
¿Soy yo la mar, o ballena, Que me pongas guarda?
Cuando digo: Mi cama me consolará, Mi cama atenuará mis quejas;
Entonces me quebrantarás con sueños, Y me turbarás con visiones.
Y así mi alma tuvo por mejor el ahogamiento, Y quiso la muerte más que mis huesos.
Aburríme: no he de vivir yo para siempre; Déjáme, pues que mis días son vanidad.
¿Qué es el hombre, para que lo engrandezcas, Y que pongas sobre él tu corazón,
Y lo visites todas las mañanas, Y todos los momentos lo pruebes?
¿Hasta cuándo no me dejarás, Ni me soltarás hasta que trague mi saliva?
Si he pecado, ¿qué puedo hacerte a ti, oh Guarda de los hombres? ¿Por qué me pones por blanco tuyo, Hasta convertirme en una carga para mí mismo?
¿Y por qué no quitas mi rebelión, y perdonas mi iniquidad? Porque ahora dormiré en el polvo, Y si me buscares de mañana, ya no existiré.