Rut 4:1
Booz se casa con Rut
Y Booz subió a la puerta y sentóse allí: y he aquí pasaba aquel pariente del cual había Booz hablado, y díjole: Eh, fulano, ven acá y siéntate. Y él vino, y sentóse.
Y Booz subió a la puerta y sentóse allí: y he aquí pasaba aquel pariente del cual había Booz hablado, y díjole: Eh, fulano, ven acá y siéntate. Y él vino, y sentóse.
Entonces él tomó diez varones de los ancianos de la ciudad, y dijo: Sentaos aquí. Y ellos se sentaron.
Luego dijo al pariente: Noemi, que ha vuelto del campo de Moab, vende una parte de las tierras que tuvo nuestro hermano Elimelech;
Y yo decidí hacértelo saber, y decirte que la tomes delante de los que están aquí sentados, y delante de los ancianos de mi pueblo. Si hubieres de redimir, redime; y si no quisieres redimir, decláramelo para que yo lo sepa: porque no hay otro que redima sino tú, y yo después de ti. Y él respondió: Yo redimiré.
Entonces replicó Booz: El mismo día que tomares las tierras de mano de Noemi, has de tomar también a Ruth Moabita, mujer del difunto, para que suscites el nombre del muerto sobre su posesión.
Y respondió el pariente: No puedo redimir por mi parte, porque echaría a perder mi heredad: redime tú usando de mi derecho, porque yo no podré redimir.
Había ya desde hacía tiempo esta costumbre en Israel tocante a la redención y al contrato, que para la confirmación de cualquier negocio, el uno se quitaba el zapato y lo daba a su compañero; y esto servía de testimonio en Israel.
Entonces el pariente dijo a Booz: Tómalo tú. Y descalzó su zapato.
Y Booz dijo a los ancianos y a todo el pueblo: Vosotros sois hoy testigos de que tomo todas las cosas que fueron de Elimelech, y todo lo que fue de Chelión y de Mahalón, de mano de Noemi.
Y que también tomo por mi mujer a Ruth Moabita, mujer de Mahalón, para suscitar el nombre del difunto sobre su heredad, para que el nombre del muerto no se borre de entre sus hermanos y de la puerta de su lugar. Vosotros sois hoy testigos.
Y dijeron todos los del pueblo que estaban a la puerta con los ancianos: Testigos somos. Jehová haga a la mujer que entra en tu casa como a Raquel y a Lea, las cuales edificaron la casa de Israel; y tú seas ilustre en Efrata, y seas de renombre en Belén.
Y sea tu casa como la casa de Fares, el que Tamar dio a luz a Judá, por la descendencia que de esa joven te dé Jehová.
Booz pues tomó a Ruth, y ella fue su mujer; y luego que entró a ella, Jehová le dio que concibiese y pariese un hijo.
Y las mujeres decían a Noemi: Loado sea Jehová, que hizo que no te faltase hoy pariente, cuyo nombre será nombrado en Israel.
El cual será restaurador de tu alma, y el que sustentará tu vejez; pues que tu nuera, la cual te ama y te vale más que siete hijos, le ha parido.
Y tomando Noemí el hijo, lo puso en su regazo, y fue su aya.
Y le dieron nombre las vecinas, diciendo: Le ha nacido un hijo a Noemí; y lo llamaron Obed. Este es padre de Isaí, padre de David.
Y estas son las generaciones de Phares: Phares engendró a Hesrón;
Y Hesrón engendró a Ram, y Ram engendró a Aminadab;
Y Aminadab engendró a Nahasón, y Nahasón engendró a Salmón;
Y Salmón engendró a Booz, y Booz engendró a Obed;
Y Obed engendró a Isaí, e Isaí engendró a David.