Tito 3:1
Justificados por gracia
Recuérdales que se sujeten a los gobernantes y autoridades, que obedezcan, que estén dispuestos a toda buena obra.
Recuérdales que se sujeten a los gobernantes y autoridades, que obedezcan, que estén dispuestos a toda buena obra.
Que a nadie infamen, que no sean pendencieros, sino modestos, mostrando toda mansedumbre para con todos los hombres.
Porque también éramos nosotros necios en otro tiempo, rebeldes, extraviados, sirviendo a concupiscencias y deleites diversos, viviendo en malicia y en envidia, aborrecibles, aborreciendo los unos a los otros.
Mas cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador, y su amor para con los hombres,
No por obras de justicia que nosotros habíamos hecho, mas por su misericordia nos salvó, por el lavamiento de la regeneración, y por la renovación del Espíritu Santo;
El cual derramó en nosotros abundantemente por Jesucristo nuestro Salvador,
Para que, justificados por su gracia, seamos hechos herederos según la esperanza de la vida eterna.
Palabra fiel, y estas cosas quiero que afirmes, para que los que creen a Dios procuren gobernarse en buenas obras. Estas cosas son buenas y útiles a los hombres.
Mas las cuestiones necias, y genealogías, y contenciones, y debates acerca de la ley, evita; porque son sin provecho y vanas.
Rehusa hombre hereje, después de una y otra amonestación;
Estando cierto que el tal es trastornado, y peca, siendo condenado de su propio juicio.
Cuando envíe a ti a Artemas o a Tíquico, apresúrate a venir a mí en Nicópolis, porque allí he determinado pasar el invierno.
A Zenas doctor de la ley, y a Apolos, envía delante, procurando que nada les falte.
Y aprendan también los nuestros a ocuparse en buenas obras para los casos de necesidad, para que no sean sin fruto.
Todos los que están conmigo te saludan. Saluda a los que nos aman en la fe. La gracia sea con todos vosotros. Amén.