Zacarías 4:1
El candelabro de oro y los olivos
Volvió el ángel que hablaba conmigo, y me despertó, como un hombre que es despertado de su sueño.
Volvió el ángel que hablaba conmigo, y me despertó, como un hombre que es despertado de su sueño.
Y díjome: ¿Qué ves? Y respondí: He mirado, y he aquí un candelero todo de oro, con su vaso sobre su cabeza, y sus siete lámparas encima del candelero; y siete canales para las lámparas que están encima de él;
Y sobre él dos olivas, la una a la derecha del vaso, y la otra a su izquierda.
Proseguí, y hablé a aquel ángel que hablaba conmigo, diciendo: ¿Qué es esto, señor mío?
Y el ángel que hablaba conmigo respondio, y díjome: ¿No sabes qué es esto? Y dije: No, señor mío.
Entonces respondió y hablóme, diciendo: Esta es palabra de Jehová a Zorobabel, en que se dice: No con ejército, ni con fuerza, sino con mi espíritu, ha dicho Jehová de los ejércitos.
¿Quién eres tú, oh gran monte? Delante de Zorobabel serás reducido a llanura: él sacará la primera piedra con aclamaciones de Gracia, gracia a ella.
Y fue palabra de Jehová a mí, diciendo:
Las manos de Zorobabel echarán el fundamento a esta casa, y sus manos la acabarán; y conocerás que Jehová de los ejércitos me envió a vosotros.
Porque los que menospreciaron el día de las pequeñeces se alegrarán, y verán la plomada en la mano de Zorobabel. Estos siete son los ojos de Jehová, que recorren toda la tierra.
Hablé más, y díjele: ¿Qué significan estas dos olivas a la derecha del candelero, y a su izquieda?
Hablé aún de nuevo, y díjele: ¿Qué significan las dos ramas de olivas que por medio de dos tubos de oro vierten de sí aceite como oro?
Y respondióme, diciendo: ¿No sabes qué es esto? Y dije: Señor mío, no.
Y él dijo: Estos son los dos ungidos que están delante del Señor de toda la tierra.